Comentan las estrellas
que te han visto jugando,
en el silencio de la noche
a solas, sin descanso.
Algo especial era tu juguete,
algo que te hace feliz y te entretiene,
preguntan las estrellas susurrando
que es lo que tus manos sostienen.
Y puede apreciarse algo blando
débil y tan frágil como el cristal,
ese era tu misterioso juguete,
que pronto tendría su final.
Un final trágico,
un juguete ensangrentado,
únicamente dañado
por un amor engañado.
Ese fue tu juguete,
un corazón latiendo
que en tus manos dejé
para alimentar queriendo.
Y esperé a que lo cuidaras
confié en que me amabas,
y cuando quise darme cuenta
mi corazón destrozabas.
Y ahora ahí te has quedado
jugando en la noche,
mientras las estrellas te observan
con tu juguete como derroche.
Ya no hay vuelta atrás
mi corazón ya no late,
y con ello mi alma
que ha muerto por amarte.
¿De qué me sirvió?
Te entregué mi corazón
¿Por qué lo hice?
Muy sencillo, por pasión.
Un hermoso deseo
una rota pasión,
un corazón roto
por un alma sin corazón.
Y es así señores,
como se destruye el amor,
tratandolo como un juguete
sin ninguna compasión.
Un corazón que no latirá jamás,
ya no sirve el arrepentimiento
ahora solo queda el dolor
por ese gran sentimiento.
No volveré a entregarte
mi corazón como una loca,
ni volveré a caer rendida
por unos besos de tu boca.
Y como una estrella estoy,
observandote desde el cielo
viendo como sigues jugando
con mi corazón sin recelo.
Una vez me prometiste
"tu siempre serás mi estrella"
pero ahora mi estrella se apaga
porque decidiste amarla a ella.