jueves, 28 de octubre de 2010

...FELICIDAD...




Felicidad, risas y sonrisas. ¿Cuál es el motivo? Ninguno. No hace falta ningún motivo para estar feliz, para sonreír cada día, para amar la vida tal y como es.
Incluso a las personas más tristes o deprimidas les llegará esa felicidad. Se levantaran un día cualquiera, un día que para ellos es rutinario, pero en ese momento sonreirán por las pequeñas cosas, valoraran el simple hecho de seguir vivos.
¿Quién no ha sonreído al recordar alguna escena del pasado o a alguien que añoremos? Todos y cada uno de nosotros.
Por esto escribo este breve texto. Principalmente porque ahora he aprendido que cada minuciosa cosa que posees es grande, porque la vida ha cumplido uno de mis sueños, porque con las simples cosas soy feliz. El ir por la calle y ver a los pequeños niños jugando en ese parque de siempre me hace esbozar una sonrisa. Aquel tendero de todos los días que saluda a quien le parece me produce risa. Aquel bebé que siempre anda dormidito como una ranita en el carro y su mamá lo pasea cada mañana, eso me hace feliz, hace que instintivamente se dibuje una gran sonrisa en mi cara.
Puede que sea una tontería, puede que quizás esa felicidad me dure poco, pero está claro que mientras me dure, viviré con una sonrisa todos los días de mi vida.